Da de tu luz, comparte lo que has aprendido…y regresarán a ti bendiciones multiplicadas. No pierdas la oportunidad de ayudar a otros y enriquecer tu vida.

Da de tu luz, comparte lo que has aprendido…y regresarán a ti bendiciones multiplicadas. No pierdas la oportunidad de ayudar a otros y enriquecer tu vida.

Todos enfrentamos adversidades y dificultades. Eso algo constante en la vida. Y es importante aprender a hacer frente a esos momentos sin terminar desanimados y desalentados. Aún en los momentos más duros, dentro de nosotros hay una luz, la luz de la fe, que nos dirige y nos recuerda que al final, todo saldrá bien. No dejes que ninguna dificultad te haga desconectarte de esa luz que brilla dentro de ti. Y no pierdas oportunidad para alimentar esa luz, con pensamientos, palabras y lecturas de fe.


A todas las mujeres trabajadoras, las felicitamos y las reconocemos en su día. Ojalá llegue pronto el día en que una mujer reciba justicia salarial e igualdad de condiciones y derechos que un hombre. Tenemos que agradecer a todas aquellas que con su voluntad de lucha y sacrificio, lograron los derechos que las mujeres disfrutan hoy.

Cada vez que hablamos bien de otras personas, las estamos bendiciendo. Bendecir es equivalente a bien decir. Y esas hermosas palabras que proclamamos con tanto amor cuando bendecimos tienen poder.
En esta Navidad hazte un gran regalo. Hazte el hábito maravilloso de bendecir. No solo a tus seres queridos. Bendice también a tu país, tu comunidad, tus amigos, los funcionarios gubernamentales…aumenta con tus palabras el bien en el mundo. Verás como al hacerlo, también llenas de bendiciones tu vida.
En esta vida moderna y tan tecnológica, estamos constantemente bombardeados por información. Desde las canciones de la radio, las redes sociales, la Internet, la televisión, los anuncios en las calles…por doquier hay información que nuestro cerebro percibe. Sin embargo, ¿cuánta de esa información es positiva para nosotros?
Recientemente escuché a un famoso predicador diciendo que él no era un zafacón para que le tiraran basura. Se negaba a ver, leer o escuchar, cosas que no eran edificantes para su espíritu.
No es lógico pensar que podemos recibir esa gran cantidad de información negativa y no vamos a ser afectados de alguna manera. Si vemos al cerebro como una computadora, es razonable pensar que si lo alimentamos con información chatarra, poco a poco, nos acostumbraremos a funcionar en ese nivel. Por el contrario, si llenamos nuestra mente de cosas positivas, nuestra vida se transformará en forma constructiva.
Prestemos atención a lo que nos lanzan los medios. Si carece de valor, recordemos las palabras del predicador: no somos zafacones! Pensemos en todo lo bueno y lo bueno vendrá a nuestras vidas.
Cada palabra y cada acción que realizamos, tiene un efecto en el mundo que nos rodea. Con nuestra voz, podemos bendecir, sembrar paz, crear armonía…podemos contribuir a construir un mundo mejor. De igual manera, podemos usar nuestras palabras para maldecir y destruir. Ya hay demasiadas personas haciendo eso. No se percatan del daño que hacen, a otros y a sí mismos.
En esta época de asombrosos artefactos electrónicos sería maravilloso si pudiéramos hacer una aplicación que nos detenga cuando enojados usamos las palabras para insultar o herir a otras personas. ¡De cuántos disgustos nos libraríamos!
Seamos sembradores de paz. Usemos las palabras con sabiduría, para construir y crear una sociedad más armoniosa y respetuosa. A fin de cuentas, los que siembran paz, también la cosechan.


Nuevos retos llegan con nuevas oportunidades que nos ayudan a convertirnos en la mejor expresión de nosotros mismos. Con entusiasmo iniciemos este nuevo año escolar, con el propósito de llegar más lejos aún, y descubrir todo el potencial que tenemos.
¡Adelante!
Zona para maestros
Muchas veces no nos percatamos de que cada día de vida que se nos regala, está lleno de bendiciones. Desde la alegría de poder abrir los ojos a un nuevo día, hasta la capacidad de poder percibir una naturaleza hermosa, recibimos cada mañana una lluvia de bendiciones maravillosas. ¡Que pena que los afanes de la vida nos impidan darnos cuenta! Empezar el día agradeciendo todo lo bueno es la mejor manera de darnos cuenta lo afortunados que somos.
Algunas personas se entristecen con los días nublados…sin embargo, todos los días tienen el potencial de convertirse el mejor día de nuestras vidas.
Es precisamente en esos días nublados cuando podemos convertirnos en luz que ilumine nuestra vida y las vidas a nuestro alrededor.
No permitamos que la alegría dependa de las circunstancias que nos rodean. Si así fuera, no seríamos felices nunca, porque siempre existen problemas y situaciones. Así que si el día se torna nublado es el momento de abrir la gaveta de los recuerdos felices…¡y de ponernos a cantar una linda canción!