
Una actitud positiva y un corazón repleto de fe pueden transformar la vida. Cada mañana tenemos la oportunidad de renovar nuestro espíritu, alegrarnos y decidirnos a brillar, dando lo mejor de nosotros mismos y con la esperanza en alto.

A veces aparecen pensamientos negativos en nuestras mentes. Meditar en ellos empeora nuestro ánimo y posteriormente afecta nuestras acciones. ¿Por qué hacerlo? Cambiemos de canal como cuando vemos televisión. Pensemos en cosas constructivas y hermosas. ¿Alguien te hizo daño? Pues no le regales ni un minuto más de tu vida. Tu coraje o rencor no cambian el pasado. Regálate paz a ti misma o mismo. Transforma las energías negativas en amor para ti.

Reflexiona cada día y coloca en tu corazón esos sueños, esas metas, esas ilusiones que tienes. Míralas con ojos de fe y confianza. Abre tu mente, salte de los esquemas conocidos y verás nuevas oportunidades que puedes aprovechar. Para eso hay que renovarse y atreverse a explorar nuevas posibilidades.
Nada más natural que servir a otros. Es un principio básico de cómo funciona el mundo natural. Cuando observamos la naturaleza nos percatamos que esta siempre nos regala algo. Los árboles nos dan su sombra, oxígeno y frutos. Los cuerpos de agua nos ofrecen el valioso líquido. Las plantas nos regalan belleza, semillas y alimento. El suelo nos da materiales para construir y plantar. El Sol, nos da la energía y la luz. Toda la creación es una constante melodía de regalos a los seres vivos.
Hay una sensación hermosa de paz y bienestar cuando ayudamos a otras personas. O a otros seres vivos, ya sean animales o plantes. Sentimos que somos parte de algo más grande que nosotros mismos, que apoyamos el bien común. Esa solidaridad con las buenas causas nos hermana, nos da propósito y nos bendice a todos.
Hay un refrán popular que dice que quien no vive para servir, no sirve para vivir. Tiene gran sabiduría pero debemos recordar que los seres humanos están en proceso de crecer y ser mejores. Cada cual ayuda según su capacidad le permite. Y algunos, no han descubierto aún, la maravillosa satisfacción de dar.
Ojalá que todos aprendamos que hacer felices a otros es tan hermoso como hacerse feliz uno mismo. O quizás es mucho, mucho más.
La vida es mejor cuando comenzamos el día bendiciendo. Bendice tu vida, tu familia, tus amigos, tu país…transformemos el mundo con palabras de bien.

Cada día que nace viene cargado de regalos. Son oportunidades para aprender, para disfrutar, para cambiar…y para ser felices.
