Cada palabra y cada acción que realizamos, tiene un efecto en el mundo que nos rodea. Con nuestra voz, podemos bendecir, sembrar paz, crear armonía…podemos contribuir a construir un mundo mejor. De igual manera, podemos usar nuestras palabras para maldecir y destruir. Ya hay demasiadas personas haciendo eso. No se percatan del daño que hacen, a otros y a sí mismos.
En esta época de asombrosos artefactos electrónicos sería maravilloso si pudiéramos hacer una aplicación que nos detenga cuando enojados usamos las palabras para insultar o herir a otras personas. ¡De cuántos disgustos nos libraríamos!
Seamos sembradores de paz. Usemos las palabras con sabiduría, para construir y crear una sociedad más armoniosa y respetuosa. A fin de cuentas, los que siembran paz, también la cosechan.
